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Arquitectos: Borasino Arquitectos, del Solar arquitectos
- Área: 1840 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Renzo Rebagliati
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Proveedores: Avance Comercial, Claudia Paz Lightning Studio, Comarsa, D'Amato Design, Meglio , Pucon, Rivelsa, Sonar, Trazzo Iluminación, Vantage
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se encuentra ubicada a las afueras de la ciudad de Lima, camino a la sierra, en una pequeña quebrada verde enclavada entre los contrafuertes andinos. El proyecto fue ideado como un refugio campestre para ser aprovechado en familia, un reducto de desasosiego y en pleno contacto con la naturaleza. Los elementos naturales determinaron la disposición de los volúmenes, el diseño de los espacios interiores y sus recorridos. Se buscó captar aquella atmósfera desde todos los lugares, tanto de la zona social cuyo espacio fluye a través de varias salas en múltiples niveles dentro de una gran nave de madera, como de la privada o de servicio con dormitorios y lugares de uso cotidiano. Una voluntad latente de conexión íntima y de regresión a los valores esenciales de lo que supone la vida familiar en comunión con su entorno guiaron todo el proceso de diseño. Más que un proyecto, se forjó una relación estrecha con los clientes, la cual se extendió al equipo de personas que construyó la casa, permitiendo una comunicación fluida que se mantuvo hasta la resolución de los últimos detalles, y que incluso perdura.
La casa principal está compuesta por tres grandes techos en pendiente, dos de los cuales albergan la zona social y uno la zona privada de dormitorios, complementado por un techo plano de circulaciones que los conecta. Los volúmenes, junto con la zona de piscina y terrazas exteriores, abrazan y rodean un imponente árbol local, que con sus 30 metros de altura es el más grande del entorno geográfico próximo. Los jardines y árboles generan un manto verde continuo a través de todo el amplio terreno, que supera la hectárea, y que van revelando junto con las rocas originales del sitio, el calmado pasar del tiempo.
Al interior, el recorrido busca desde su inicio acompañar la transición necesaria, ese lento descubrir que sirve para afinar primero los sentidos y luego deleitarlos con el privilegio de una experiencia que se va abriendo al paisaje bucólico circundante. Es por ello que se optó por generar un nuevo ingreso principal desde la vía lateral y aprovechar el requerimiento de contar con una galería, para la exposición de obras de arte, a manera de circulación central. Se concentra así primero la atención introspectiva entre los planos del piso de piedra, del techo y los muros de concreto expuesto. Luego de este tránsito previo, se pasa a los espacios sociales principales que se encuentran bajo una gran cubierta a dos aguas soportada por pórticos de madera y rodeados por un cerramiento translúcido de mamparas de vidrio que dan toda la vuelta. Los materiales (piedra, concreto, madera) y sus acabados buscan conciliar la doble vocación que tuvo el encargo: mantener la tradición rústica y acogedora de una casa de campo con la creación de una arquitectura moderna que dialogue con ella.
La quebrada le da su nombre al proyecto y la vegetación su espíritu, pero es la familia que la disfruta la que le da vida.